Tuesday, June 9, 2009

Movidacas gordas

Hoy no voy a poner una foto, ni varias, voy a relatar un día característico en mi vida profesional.
Después de recibir mi nuevo aprendiz en el trabajo, he pensado que sería bueno mostrarle una de las múltiples instalaciones deportivas donde trabajo y, por supuesto, nos esperaban un par de tareas de lo más simples. La primera, fabricar un cable red para una impresora corporativa. La restante era averiguar por qué en un despacho no podían imprimir algunos documentos. A lo largo del proceso, sonaba el teléfono varias veces y todas con un mismo denominador común: "no puedo enviar correos electrónicos". Después de diez llamadas uno ya puede deducir que el acceso a internet no funciona demasiado fino aunque cabían otras posibilidades como el propio servidor de correo: conociendo el lugar me he declinado por la primera.
Horas y más horas intentando averiguar de dónde narices procede el problema, con pruebas infinitas y pistas falsas, a palos de ciego. En estos momentos era casi la hora de irme a mi hogar cuando se ha producido una interrupción diferente de las comunes de siempre como el típico "cómo saco un listado de los usuarios que blah blah blah..." o "el control de acceso no funciona"; me han preguntado si hablo inglés. Al momento he pensado, bueno, me defiendo, no será tan difícil. Al instante me encuentro hablando con una niña perdida pronunciando un inglés perfecto y megarápido. "Vale parra, haz lo que puedas..." después de todo acostumbro a hablar un poco.
La situación es la siguiente: la niña (inglesa) estaba con la escuela de visita turística en la instalación deportiva y se ha perdido, todos sus compañeros y profesores han desaparecido, solamente conocía el nombre de su hotel y no sabía si estaba en la ciudad o no. De puta madre. Después de buscar por los alrededores y observar que la niña lloraba he pensado: "ufff con su edad perderse en otro país debe ser horrible, bah! el trabajo puede esperar un poco...". Detective Parra en acción, pelchochos, internet no me funciona, decidme, ¿cuántos hoteles hay en Catalunya que se llamen igual que éste? Sólo en la província de Barcelona hay cinco, de los cuáles he anotado la población, la cual ha reconocido la chica al verla escrita en un papel. Perfecto, pues llamemos al hotel. Bingo, contacto con la agencia de viajes. Pobre niña, estaba dispuesto a llevarla en coche a Calella si era necesario. "Ok Lindsey, we just have to wait for the phone call. Don't worry, you are in Barcelona". Parecían las palabras mágicas como "ábrete sésamo" o "podemos ser amigos", porqué acto seguido han aparecido cuatro profesores de la nada. La niña se ha ido llorando y justo antes de salir me ha visto sonriente como nadie.
Hay cosas más importantes que el trabajo, a veces siento la necesidad de ayudar a las personas. Después de toda la "movidaca" y con mi sonrisa de oreja a oreja he seguido trabajando, y ahora internet parece ser que funciona.
Pa casa!!!

2 comments:

Cécile Galland said...

Don Diego de la Vega

Carme Rams said...

I ara escrius en castellà? Molt bé, un dia ben mogudet; ets igualet que el teu pare!